Página personal de:

Antonio Glez.

 Antonio Glez

De un barrio en Sevilla, fui retoño
en Cádiz mi vez primera
por el trabajo embriagado
consumí mis días soleados
del final de mi invierno vivo a la espera

Crear una página web personal simulada, que incluya al menos:

  1. La página cominza con el siguiente encabezamiento: “Página personal de <nombre y apellido del alumno>” .

  2. Uso colores para texto y fondo, incluyendo al menos colores degradados en alguna de las cajas.

  3. Distintos encabezados H1,H2 y H3. Uso de caracteres especiales símbolo mayor y menor

  4. Incluyo de tipografías externas de Google Fonts on line. concretamente la roboto que uso en los párrafos

  5. He dividido CSS en tres fichero para ganar en claridad separando la estructura del diseño y de la redefinión de tags

  6. Uso la propiedad float para que la página sea adaptable a los distintos dispositivos, o al reducir el tamaño de la ventana

  7. Incluyor bordes redondeados en alguna de sus cajas. Concretamente en la de cabecera

  8. Incluyo, imágenes de tipo bitmap (por un efecto óptico parece que se mueve) y otra vectorial.

  9. Incluyo video en mp4 y webm. y otro enlazdo con iframe a youtube .

  10. Incluyo menú nav por gusto de probar algo nuevo.

Poesía

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, 
y un huerto claro donde madura el limonero; 
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; 
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.  

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido 
—ya conocéis mi torpe aliño iclass="pre"ndumentario—, 
más recibí la flecha que me asignó Cupido, 
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario. 

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, 
pero mi verso brota de manantial sereno; 
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, 
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. 

Adoro la hermosura, y en la moderna estética 
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard; 
mas no amo los afeites de la actual cosmética, 
ni soy un ave de esas del nueclass="pre"vo gay-trinar. 

Desdeño las romanzas de los tenores huecos 
y el coro de los grillos que cantan a la luna. 
A distinguir me paro las voces de los ecos, 
y escucho solamente, entre las voces, una. 

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera 
mi verso, como deja el capitán su espada: 
famosa por la mano viril que la blandiera, 
no por el docto oficio del forjador preciada. 

Converso con el hombre que siempre va conmigo 
—quien habla solo espera hablclass="pre"ar a Dios un día—; 
mi soliloquio es plática con ese buen amigo 
que me enseñó el secreto de la filantropía. 

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. 
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago 
el traje que me cubre y la mansión que habito, 
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. 

Cuando llegue el día del último vïaje, 
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 
me encontraréis a bordo ligero de equipaje, 
casi desnudo, como los hijos de la mar. 

... Por de fuera 
tengo la corteza áspera, 
pero por de dentro tengo 
tierna de palmito el alma. 
Glorifico lo que toco, 
de altura lo animo y gracia; 
y el que me lleva, llevando 
está la victoria en andas. 
Para llegar al Señor, 
fabrico eternas escalas 
que, sin un arco de dudas, 
suben rectas a su estancia, 
y allí ya, resultan cálices 
y ángeles de bronce y ámbar. 
Muchos miran a mi altura, 
no por los bienes que guarda, 
sino por los que gotea, 
maná de mieles y pasta. 
¡Bienaventurado aquel 
que sin fijarse en mis ramas 
ni en mis frutos llegue a mí 
sólo por amor, por ansia 
de tenerme y de mirarme 
con enamorada rabia! 

Multimedia: imagen, sonido y video

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